( II )
SAN ALBERTO HURTADO (1901-1952)
LA NIÑA DE SUS OJOS: EL HOGAR DE CRISTO
El 18 de octubre de 1944, sale de un retiro y se encuentra a un mendigo tendido en la calle. Piensa: “Cristo divaga por nuestras calles en las personas de tantos pobres dolientes, ¡Cristo no tiene hogar”. “La gran amargura de nuestra época es el alejamiento de los pobres a quienes Cristo vino a evangelizar de preferencia”. Pone manos a la obra y con la ayuda de amigos y voluntarios, al año siguiente, bendice la primera sede del “Hogar de Cristo”, institución presente en toda la geografía nacional y algunos países latinoamericanos, albergando pobres, ancianos y atendiendo otras necesidades.