Me caen muy bien algunos gestos del Obispo de Solsona, Mons. Novell en cuanto a gestos de sencillez, de pobreza, de valentía y de vivir en el seminario, renunciando a un palacete construido como residencia episcopal como hacen algunos cardenales y arzobispos para después de su jubilación. Sencillez, sencillez y sencillez. Con lo bien que está uno viviendo en su pueblo.
Pero acabo de leer unas declaraciones del Obispo Novell, que me han extrañado; dice: he considerado que, por mi parte, desde la doctrina social de la Iglesia, necesitaba decir una palabra dirigida a todos los fieles de la diócesis sobre la cuestión clave que tenemos planteada: ¿Tenemos derecho o no a decidir nuestro futuro?
Cataluña cumple los elementos que la doctrina social de la Iglesia indica sobre la realidad de la nación: cultura, lengua e historia.