No hace mucho se insistía por parte de altas instancias del Gobierno, en la necesidad de recuperar los valores morales y éticos. Pero lo que no se acaba de ver es la lógica entre esto que se reconoce, y las actitudes que tienen de cara a la moral y a la ética.
Yo diría que el primer valor a recuperar es la justicia y no me refiero sólo a la independencia judicial, sino también a la otra justicia que consagra nuestra Constitución española y resume magníficamente en su Preámbulo.
“Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones…”.