Queridos amigos: Acabo de leer en Religión Digital la manifestación que habéis hecho con respecto a la comunión de los divorciados vueltos a casar y la verdad, me extrañan las cosas que decís y también me extraña que no digáis algunas que no decís.
No veo en todo el escrito ninguna alusión a la fuerza de la oración ni de la penitencia ni de la eucaristía aparte de vuestra opinión de que deberían recibirla los divorciados vueltos a casar. De verdad que me ha extrañado vuestra actitud.
Estamos muy de acuerdo en que no están excomulgados, en que puedan actuar como miembros de la Iglesia, que lo son, en que pueden colaborar en la evangelización, en Cáritas, en mil cosas, pero ¿cómo podéis imaginar que el Papa pueda cambiar la fe de la Iglesia en algo tan sustancial como es la situación de estado de gracia para poder comulgar? No lo cambiará, no os preocupéis, digan lo que digan algunos cardenales, obispos y sacerdotes que están en línea con vuestra teoría.